martes, 5 de enero de 2010

LA MUJER EN LA PUBLICIDAD



A lo largo de la historia la mujer ha logrado posesionarse en un lugar que le permite tomar decisiones y estar en muchas aéreas a la par del hombre, pero el mercado en el que vivimos cada vez más se empeña en hacer que la imagen de muer solo sea de utilería, en pocas palabras un instrumento más para vender.

La mujer aunque en muchos lugares es símbolo de pureza y es casi imposible valorar su valor, la sociedad occidental se ha empeñado en verla como un objeto que se ve muy bien en traje de baño, y que es la mejor estrategia de mercadeo para vender cualquier tipo de producto incluso a las propias mujeres, que de laguna manera segadas por un a libertad de papel aceptan esto como algo cotidiano y agradable, mientras que la realidad es que solo se están volviendo en animadores del machismo al que tanto odian.

El mercado de la publicidad se ha encargado de mostrar modelos de mujeres que de laguna manera son casi de mentiras, pues la vida de aquellas se si viven ese modelo, son esclavas del ejercicio y las ditas, lujos que las mujeres reales, las que día a día se enfrentan con sus familias y que trabajan duro para sostener a sus hijos, no se pueden dar, es casi imposible que en lugar de preocuparse por la comida de sus hijos se encarguen de vivir en la apariencia de un cuerpo perfecto cubierto de ropa cara.

En muchas ocasiones la publicidad puede causar que las verdaderas heroínas de la vida, las madres, esposas e hijas, se sientan como si la vida que llevan no sirve para nada y que simplemente existen porque no les queda de otra, y se llenan de un resentimiento contra ellas mismas, que cualquier abuso o problemas es casi bienvenido como un castigo por no cumplir con los estándares sociales.

Todas aquellas mujeres que luchas cada día en la calle, son las dueñas del verdadero modelo de mujer que debería presentarse en las propagandas de televisión, en las vallas de publicidad y el los posters y afiches, pues ellas son las modelos de la realidad y no de un mudo de pocos y reducido a las pocas mujeres que sacrifican su salud física y mental para complacer a un consumidor engañado por una realidad de papel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola soy luna... me parece muy interesante lo que planteas... epero ver mas publicaciones tuyas.

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